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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Aférrate a tu llamado

Kenneth Copeland
«Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti... quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos»
(2 Timoteo 1:6, 9)

¿Estás haciendo lo que Dios te llamó a hacer?

Si no lo habías pensado antes, esta pregunta te puede parecer un poco extraña. Quizás piensas que no es importante y te sientas tentado a decir: “La verdad es que no he sido llamado a nada. No soy pastor, ni maestro ni ministro de ninguna clase. Creo que soy simplemente lo que podrías llamar un dedo meñique en el Cuerpo de Cristo”.

Déjame decirte algo: sin importar quién seas, Dios ha puesto un llamado santo en tu interior. Él te diseñó y te llamó para que suplas una necesidad en el Cuerpo de Cristo que nadie más puede suplir.

Puede ser que te haya llamado a tener éxito en los negocios para que puedas financiar la predicación del evangelio por todo el mundo. Tu llamado puede ser al ministerio de oración e intercesión. Puede que seas llamado al ministerio de sanidad en el barrio donde vives. Pero sin importar cuál sea tu llamado, ten presente que éste es muy importante y que debes cumplirlo.

Si eres como muchos creyentes que conozco, quizás hayas dejado que tu vida se llene de tantas cosas que no tienes tiempo para perseguir tu llamamiento. Puedes estar tan abrumado con los afanes de la vida que no te imaginas cómo puedes ocuparte de algo extra.

Un pastor amigo mío, a lo largo de los años, se involucró en diferentes áreas del ministerio y estuvo a punto de desgastarse físicamente, pues se encontraba bajo mucha presión: la sobrecarga casi acabó con su vida. Finalmente, el Señor le habló una noche, y le dijo: John, tu llamamiento no ha sido lo que casi te mata, sino todas las cosas extras que has añadido.

Yo he tenido que hacerle frente a ese problema en mi propia vida. He tenido que dejar de hacer cosas que yo creía que debía hacer. Y he tenido que disciplinarme para hacer sólo lo que estoy llamado a hacer.

Proponte en oración eliminar las cosas que has añadido a tu vida. Aviva el don que Dios ha puesto en ti. Vuelve a lo que Él te ha llamado a hacer.

Después de todo, ese llamamiento es vital, es santo… y es tuyo. Jamás permitas que se te escape.

Lectura bíblica: Hechos 9:1-20

© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.