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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Dígale sí al Espíritu, y no a la carne

Gloria Copeland
«Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.»
(Romanos 8:12-14)

Si aprendemos a ser guiados por el Espíritu Santo, disfrutaremos una vida de amor. De hecho, podemos ver la medida real de cómo somos guiados por el Espíritu, a través del amor que fluye de nosotros en nuestra vida diaria. Puesto que Dios mismo es amor, Su Espíritu siempre nos guiará para ser amables y gentiles con las personas. Él nos permitirá verlos, brindarles una cálida sonrisa y decirles hola, en lugar de pasar delante de ellos de forma grosera cuando nos dirigimos a “servirle al SEÑOR”.

El Espíritu Santo también aumentará nuestra vida de amor guiándonos para negarnos (o como se afirma en este pasaje: darle muerte) a nuestra carne cuando ésta se levante y desee actuar de manera egoísta y en desamor. Cuando nuestro cuerpo esté cansado y nos sintamos malhumorados y molestos con los demás, el Espíritu Santo nos guiará para negarnos a que estos sentimientos nos gobiernen. Él nos dará la sabiduría y la fortaleza para someter a nuestro cuerpo y hacerlo obedecer la ley del amor.

Algunas personas parecen no comprenderlo. Piensan que lo único que se necesita para vivir en el espíritu de forma exitosa es decir sí a Dios de todo corazón cuando oran: “Oh, SEÑOR. En realidad deseo disfrutar una vida de amor. Me rindo por completo ante Ti. Ayúdame, SEÑOR, a ser más amoroso hoy”.

Esa oración es buena y es maravillosa… pero sólo es una parte. Si vamos a vivir en amor, no sólo debemos decirle sí al SEÑOR, pues debemos, a través de Su gracia, ¡expresar un NO igualmente poderoso! a las presiones de la carne. Una vez que le hayamos pedido al SEÑOR que nos ayude, ¡eso será lo primero que Él nos guíe a realizar!

En la PALABRA leemos que los deseos de la carne son contrarios a los del espíritu. Eso significa que si permite que su carne haga lo que desea, jamás vivirá de manera consistente en amor. Por tanto, cuando nuestra naturaleza carnal comience a poner demandas sobre nosotros, debemos levantarnos en el espíritu y sujetarla a la PALABRA. Declaremos: ¡Carne, no! No harás eso. ¡Detente, en el nombre de Jesús!

Tenemos que seguir el ejemplo del apóstol Pablo quien manifestó: «…golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado» (1 Corintios 9:27). Al decir sí al espíritu y no a la carne, seremos aptos para ministrar a otros, y disfrutaremos la vida de amor.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.