fbpx

Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

No se quede ahí sentado… haga algo

Kenneth Copeland
«Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?»
(Santiago 2:18-20)

¿Cree usted que Dios lo ama? ¿En realidad cree y está seguro que es así?

Sólo hay una manera de saberlo con toda certeza. Examine su vida y vea si está actuando conforme a ese amor.

Cuando realmente cree en algo, actúa de acuerdo con ello. Por ejemplo, si alguien irrumpe en una habitación diciendo: “¡El edificio está en llamas!”, todos los que crean  en esa advertencia, saldrán de inmediato. Pero los que no crean, sólo dirán: “No siento olor a humo, ¿alguien lo siente?”. Se quedarán ahí sentados, esperando que sus sentidos les indiquen si lo que les dijeron fue cierto.

Ahora bien, agreguémosle otro elemento a esa ilustración. Supongamos que quien irrumpe en la habitación diciendo: “¡El edificio está en llamas!”, es un bombero. Después de haber cambiado al personaje de la historia, sería insensato no obedecer sus palabras; pues él sabe de lo que está hablando.

Ésa es la posición que usted y yo tomamos en la actualidad. Cuando Dios —Quien sabe de lo que habla— nos dice que nos ama. La mayoría de nosotros, lo cree en su mente; pues cuando alguien les pregunta, responden: “Por supuesto que sí, yo sé que Dios me ama”. No obstante, la mayoría de nosotros no hace nada al respecto. Nos quedamos ahí sentados, esperando que algo nos muestre la evidencia de esa verdad.

Esa evidencia no vendrá ¡hasta que nos levantemos y hagamos algo! ¿Por qué? Porque el simple hecho de saber que Dios nos ama no es suficiente. Sólo actuar conforme a ese conocimiento, nos dará resultados.

¿Quizá se pregunte: “Qué debería hacer?

Primero, abra su boca y diga algo. Comience por declarar cuánto lo ama Dios. Sustituya confesiones como: “¡Cielos! Espero que todo salga bien en esta situación”. Por: “Alabado sea Dios, estoy confiado de que todo saldrá bien en esta situación, pues mi Padre me ama y perfeccionará Su obra en mí” (Salmos 138:8). Aproveche cada oportunidad para expresar su fe en el amor de Dios.

Segundo, empiece a actuar conforme a la PALABRA de Dios. Por ejemplo, cuando se nos enseña, con base bíblica, que como creyentes podemos imponer nuestras manos sobre los enfermos y estos sanarán, no se refugie en el temor. No se siente a preguntarse si al imponer las manos, sucederá algo o no. Levántese y actúe, crea que Dios lo ama lo suficiente para respaldarlo. Al hacerlo, el amor de Dios dejará de ser un concepto religioso para usted… y se volverá una realidad. Entonces empezará a ser testigo de lo que el poder del amor puede hacer.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.