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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Rebose del fruto de Dios

Gloria Copeland
«El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará…»
(Juan 15:6)

Jesús dijo que si deseábamos llevar fruto, debíamos permanecer en Él. La palabra permanecer tiene un sentido de residencia. No significa ir y venir, sino que se refiere al lugar en el que usted se queda y en el que siempre mora. 

Contrario a lo que muchas personas piensan, no se puede vivir de domingo a domingo, sin alimento espiritual. No puede entablar una comunión con el Señor una vez por semana en la iglesia, e ignorarlo el resto del tiempo; y pretender que su nueva naturaleza sea quien domine. Esto se explica claramente en Juan 15:6.

Al momento en que la rama se separa de la vid, ésta comienza a morir. No importa qué tan cerca se encuentren la una de la otra. Puede poner la rama junto a la vid, pero si la unión ha sido destruida no fluirá vida. No habrá savia (ni vida) fluyendo de la vid hacia la rama. 

Lo mismo sucede con algunos creyentes, se ocupan tanto que ya no invierten tiempo con Dios en oración y en Su Palabra. Se afanan por las cosas naturales y terrenales; y se desconectan de su comunión con Él; e inmediatamente comienzan a marchitarse.

La palabra marchitar significa: “secarse, perder o causar la pérdida de energía, de fuerza o frescura”. Esto es un ejemplo gráfico de lo que ocurre cuando no se vive en esa vital comunión con el Señor. Por esa razón, aunque le pertenezcan a Dios y Su vida esté en su interior si Su energía no está fluyendo a través de ellos; no pueden producir nada.

Pierden su capacidad de obrar en lo espiritual. Quizá sepan qué hacer, pero se dan cuenta de que les falta poder para cumplirlo. ¡No tienen la fuerza para llevar fruto!

En cambio, cuando se permanece en la Vid, de seguro se lleva fruto. De hecho, ¡es inevitable! El poder del Espíritu Santo fluyendo a través de su vida, activará de forma natural lo que Dios ha colocado en su ser. Y comenzará a actuar como la persona amorosa, llena de gozo, paciente, gentil, buena, fiel, serena, y con dominio propio ¡que en realidad es! ¡Usted estará rebosando de Su fruto!

Lectura bíblica: Números 11-12; Juan 3

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.