La diferencia consiste en que la fe es ahora; y la esperanza es algo para el futuro. Y existe una razón que lo explica todo.
En Romanos 8:24-25, dice: «Porque con esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza, porque ¿quién espera lo que ya está viendo? Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia».
La esperanza es esa expectativa que mantiene nuestra fe viva hasta recibir lo que hemos estado creyendo.
La fe siempre es ahora, leemos en Hebreos 11:1: “Ahora, la fe es la sustancia de lo que se espera…”. La fe le da a nuestra esperanza sustancia. La fe nos dice que tú recibes cuando oras (Marcos 11:24). La fe está en el corazón. La esperanza mantiene tu fe viva hasta que las cosas por las cuales estás creyendo sean tomadas del reino espiritual y trasladadas al reino natural.