Ora para que él o ella obtenga una visión de la persona en quien puede convertirse. Específicamente, ora para que él o ella sea lleno del conocimiento de la voluntad de Dios; por medio de la sabiduría, y del entendimiento espiritual.
De acuerdo con Colosenses 1:10, debes orar hasta que él o ella viva: «… como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios». En ese versículo, puedes sustituir el nombre de tu compañero, y clamar por él.
Ahora que has sembrado una semilla con la Palabra, confiesa: “Esto SUCEDERÁ”, comienza a regar tu semilla con tus palabras. ¿Cómo? Permitiendo que tu compañero escuche palabras llenas de fe declaradas para su vida. Sabemos que la fe viene del oír, y el oír de la palabra de Dios (Romanos 10:17). Así que, en lugar de decir: “Mi compañero no tiene la misma fe que yo tengo”, confiesa: “Mi compañero es una persona bendecida por Dios, y está siendo entrenado para andar por donde debe andar, y no se apartará del camino” (Proverbios 22:6).
Cuando tu compañero escuche tu confesión, —la cual declara que vive en la llenura del conocimiento de Dios— tendrá la oportunidad de recibir la misma visión. Y cuando ambos permanezcan de acuerdo con lo que piden, —según Mateo 18:19—, el Señor tendrá la libertad de obrar de acuerdo con sus palabras llenas de fe, y bendecirá sus vidas. Una referencia adicional, es: Efesios 1:17-19.