Nada de lo que Jesús hizo en Su ministerio terrenal fue hecho por Su propio poder. Todo fue hecho por la unción del Espíritu Santo que estaba sobre Él. Jesús dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido» (Lucas 4:18).

Es muy importante que los cristianos entiendan este concepto. El hecho de que Jesús desarrolló todo Su ministerio terrenal mediante la unción del Espíritu Santo, significa que aunque Jesús es Dios, Él vivió en este mundo como un hombre lleno del Espíritu Santo. El mismo Espíritu Santo que obró por medio de Jesús para sanar, salvar y liberar a las personas, se encuentra en cada creyente.

De hecho, Jesús llevó eso a un nuevo nivel. Él no dijo que la Iglesia haría sólo las mismas obras que Él hizo. Él declaró: «De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí, hará también las obras que yo hago; y aun mayores obras hará, porque yo voy al Padre» (Juan 14:12). La voluntad de Dios para la Iglesia es que haga obras aun mayores a través de Su Espíritu.

Despójate de los límites y echa fuera cualquier temor. ¡Permite que la vida de Dios haga cosas GRANDES desde tu interior! Recibe al Espíritu Santo y vive cada momento mediante Su poder. ¡Tu vida jamás será la misma!