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Pregunta del día

enero 12

¿Todo lo que me sucede es la voluntad de Dios?

Algunos creyentes piensan de esa manera. A menudo fundamentan su respuesta en lo que comprenden de Romanos 8:28: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman; es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito». Ya notaste por qué este único versículo puede ser usado para enseñar que todo lo que nos pasa es la voluntad de Dios. Sin embargo, cuando examinamos el contexto con versículos anteriores y posteriores, descubrimos que este versículo tiene un significado diferente.

Regresemos un poco y leamos el versículo 28, con un par de citas que nos llevan a este último versículo: «De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que examina los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito» (Romanos 8:26-28).

Ese pasaje nos da una clara perspectiva de lo que Dios en realidad desea que sepamos acerca de esos versículos. A pesar de lo que nos suceda en este mundo, el Espíritu Santo intercede por nosotros para que la voluntad del Padre se cumpla en nuestra vida. De hecho, en la Biblia se nos enseña que en realidad podemos asociarnos con el Espíritu Santo en oración y pedir por nuestra propia vida, y por la vida de los demás (1 Timoteo 2:1).

Será inevitable enfrentar adversidad. Pero Dios puede y cambiará nuestras adversidades para nuestro bien, cuando nos rindamos a Su dirección. El apóstol Pablo indicó que tenemos enemigos que no son de carne ni de sangre; sino son principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este mundo y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Cuando somos atacados por las fuerzas de las tinieblas, los cristianos no debemos sentarnos a pensar que somos autosuficientes; debemos rendirnos a Dios, y resistir al diablo (Efesios 4:7).

En resumen, la cita de Romanos 8:28 es un recordatorio, de que a pesar de lo que el enemigo mande a nuestro camino, Dios está en el trono y ¡Jesús es el Señor!