fbpx

ENSÉÑALE A MI PUEBLO ACERCA DE ¡LA FE!

noviembre 2018

Apreciado(a) Colaborador(a),

Tú y yo, como colaboradores, hemos recibido de parte del Señor Jesús el mandato de enseñarle a su pueblo los principios básicos de la fe; acerca de la fe y cómo funciona, etc. Comencemos nuestro estudio en Hebreos 11:6: 

6 Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan.

Podemos decir, basados en este versículo, que la fe es extremadamente importante. ¿Por qué? Aquí hay nueve razones:

1. Nadie puede ser salvo sin la fe. Efesios 2:8: «Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios.»

2. Nadie puede vivir la vida cristiana sin la fe. (Romanos 1:17, Gálatas 3:11, Hebreos 10:38, Habacuc 2:4). Recuerda que Romanos 1:17 dice: «El justo por la fe vivirá.»

3. Nadie puede comportarse como un cristiano sin la fe. Segunda de Corintios 5:6-7: «Por eso vivimos siempre confiados, pues sabemos que mientras estemos en el cuerpo, estamos ausentes del SEÑOR (porque vivimos por la fe, no por la vista).»

4. Nadie puede pelear la batalla del cristiano sin la fe. Primera Timoteo 6:12: «Presenta la buena batalla de la fe, aférrate a la vida eterna, a la cual también fuiste llamado cuando hiciste la buena profesión delante de muchos testigos.»; 2 Timoteo 4:7: «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.»

5. Nadie puede vencer al mundo sin la fe. Primera de Juan 5:4: «Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.»

6. Cualquier cosa que no proviene de la fe, es pecado. Romanos 14:23: «Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.» (RVA).

7. Nadie puede mantenerse firme contra las circunstancias y el diablo sin la fe. Romanos 11:20: «De acuerdo. Pero ellas fueron cortadas por su incredulidad, y tú te mantienes firme por la fe. Por lo tanto, no seas soberbio, sino temeroso.» 2 Corintios 1:24: «No es nuestra intención dirigir la fe de ustedes, sino colaborar con ustedes para que tengan gozo, pues por la fe se mantienen firmes.»

8. Nadie puede apagar los dardos incendiarios del enemigo sin la fe. Efesios 6:16: «Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno.»

9. Nadie puede recibir LA BENDICIÓN de Abraham sin la fe. Gálatas 3:13-14: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, y por nosotros se hizo maldición (porque está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los no judíos, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.»

La lista no es exhaustiva. Mira en Romanos 4:16: «Por tanto, la promesa se recibe por fe, para que sea por gracia.» Sin no hay fe, no hay gracia . Ahora, ¡esto es algo serio! Recuerda: en la carta del mes pasado, hablamos de cuán vital es el inmerecido favor de Dios y Su deseo abrumador de tratarnos como si el pecado nunca hubiera existido.

Por lo tanto, ¿qué es la fe? Es una fuerza espiritual generada en el espíritu humano renacido, liberada a través de la boca por medio de palabras. Las palabras llenas de fe dominan la ley del pecado y de la muerte . Romanos 8:2 dice: «porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.» 

Las fuerzas espirituales son las fuerzas más poderosas que existen: el amor – el odio, la fe – el temor, LA BENDICIÓN – la maldición, la vida – la muerte. Todas esas son fuerzas liberadas a través de palabras. ¿Recuerdas Proverbios 18:21?

21 El que ama la lengua comerá de sus frutos; ella tiene poder sobre la vida y la muerte.

¡Con razón es imposible agradar a Dios sin la fe!

Hebreos 11:1 nos describe la fe: «Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.»

Ahora, mira este versículo en la Biblia Amplificada, Edición Clásica:  

1 Ahora la fe es la seguridad (la confirmación, el título de propiedad) de las cosas que esperamos, siendo la prueba de las cosas que [nosotros] no vemos y la convicción de su realidad [percibiendo como un hecho real por medio de la fe lo que no es revelado por los sentidos]. 

¡Guau! ¡Eso es poderoso! Percibiendo como un hecho real por medio de la fe lo que no es revelado por los sentidos. La mente natural o carnal dice que ver es creer. La fe dice que creer es ver. Mirémoslo desde otra perspectiva: La fe es creer y actuar en lo que Dios ha dicho y hecho. Leamos acerca de la fe de Abraham en Romanos 4:16-21:

16 Por tanto, la promesa se recibe por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia, tanto para los que son de la ley como para los que son de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.

17 Como está escrito: «Te he puesto por padre de muchas naciones.» Y lo es delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no existen, como si existieran. 

18 Contra toda esperanza, Abraham creyó para llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.» 

19 Además, su fe no flaqueó al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (pues ya tenía casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 

20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en la fe y dio gloria a Dios, 

21 plenamente convencido de que Dios era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.

Dios dijo: «Te he PUESTO por padre de muchas naciones.» No dijo “Voy a” sino, “Te HE”. Abraham no tenía evidencia alguna en lo natural . No existía ninguna manera para que él y Sara tuvieran un hijo. La poderosa PALABRA del Dios viviente era la evidencia de lo que él y Sara esperaban o deseaban. Ellos lo creyeron y, como Dios, llamaron las cosas que no existen, como si existieran . Ahora leamos lo que Jesús dijo en Marcos 11:23 y comparémoslo con lo que hizo Abraham:

23 Porque de cierto les digo que cualquiera que diga a este monte: “¡Quítate de ahí y échate en el mar!”, su orden se cumplirá, siempre y cuando no dude en su corazón, sino que crea que se cumplirá.

¿Qué hizo Abraham? Creyó en su corazón lo que Dios dijo, y después lo declaró con su boca. Ese es el primer principio básico de la fe . El segundo, es actuar de acuerdo a la PALABRA de Dios . ¿Cómo lo hizo Abraham? Al cambiar su nombre. ¿No sabes que eso parecía y sonaba ridículo para todos los que lo rodeaban? Un hombre de 100 años, con una esposa estéril de 90, llamándose “Padre de muchas naciones.” Sin embargo, él no le prestó atención a lo que su cuerpo decía y tampoco a la matriz muerta de Sara y lo que ésta le decía. Tú y yo conocemos muy bien las tácticas del diablo para saber que él estaba bombardeando las mentes con la total imposibilidad al respecto. No obstante, Abraham no dudó de la promesa. Continúo creyendo y diciendo con su boca: “Soy quien Dios dice que soy, y tendremos un hijo”. ¡Si eso no es Marcos 11:23-24, entonces no sé qué es!

Ahora, vayamos a Marcos 5:25-34 (RVA) y miremos el caso de una enfermedad sanguínea incurable:

25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía,

26 Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

27 Como oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la compañía, y tocó su vestido.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.

29 Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

30 Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose a la compañía, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31 Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32 Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y queda sana de tu azote.

¿Creyó la mujer en su corazón lo que escuchó? Sí. ¿Lo dijo con su boca? Sí. ¿Actuó en su fe? Sí. Ella atravesó la multitud que seguía a Jesús y tocó Su manto. ¿Qué hubiera sucedido si ella no hubiera actuado en lo que creía? Nunca habría hecho contacto con Jesús, ni con Su poder sanador. El poder sanador con el que Jesús estaba ungido permaneció pasivo hasta que fue activado por el toque de su fe. Jesús no dijo: “Mi poder te ha sanado”. Nosotros sabemos que fue ese mismo poder del versículo 30. La palabra griega traducida como virtud es la misma palabra dynamis traducida como poder en Hechos 10:38. Pero Jesús dijo: «Hija, tu fe te ha hecho salva».

¿Qué más sabemos acerca de esta mujer? Sabemos que ella había escuchado acerca de Jesús, ¿Qué había escuchado? Debió haber sido Su PALABRA, porque la fe proviene del oír, y el oír por la PALABRA de Dios. También sabemos que ella había sufrido mucho de muchos médicos. ¿Por qué es importante? Porque ella debió perdonar a cada uno de ellos . La fe no funciona en un corazón que no ha perdonado. Ella también había gastado todo lo que tenía. No sólo sufría constantemente y tenía una hemorragia mortal, sino que también cargaba el peso constante de la preocupación de la ruina financiera que se sumaba a sus desesperantes necesidades. Doce años de esta situación y ahora, ¡ REPENTINAMENTE, FUE SALVA ! ¿Cómo? ¡ POR LA FE ! ¿Por quién? ¡ JESÚS ! Sanada y prosperada en un momento maravilloso de fe en Dios. ¿No te enamoras de eso? Oh, sí, ¡amén!

¿Dios hace acepción de personas? No. ¿Hace Dios acepción de la fe? Sí, lo hace. ¿Pudiera ella haber sido “salva” (o plena) sin que sus necesidades financieras no fueran suplidas? Absolutamente no. ¿Por qué no? Porque la maldición es triple: abarca la muerte espiritual, la enfermedad y la pobreza. La plenitud, al contrario, es ser redimido de la maldición: es vida espiritual, sanidad, y LA BENDICIÓN de Abraham. La plenitud le pertenece a cada creyente en Jesucristo. Sin embargo, debe ser apropiada por medio de la fe. ¿Cómo? Primero encuentra las promesas y los hechos bíblicos que sustenten tu situación. Créelos en tu corazón, y decláralos con tu boca . ¡ Después, habla y actúa como si ya hubieran sucedido ! Nunca hables ni actúes de ninguna otra manera. ¡Punto Final!

Mientras siembras tu semilla de BENDICIÓN este mes, nómbrala . Si necesitas sanidad, llámala: “Semilla 1 Pedro 2:24”. Si es una necesidad financiera, llámala: “Semilla Filipenses 4:19” Sé que lo entiendes. Ahora, ¡ALABA A DIOS COMO SI YA HUBIERA SUCEDIDO! No has terminado de orar hasta que la adoración y la alabanza se unen en partes iguales a la fe.

Este ministerio está explotando con este mensaje por todo el mundo. ¡Es verdaderamente maravilloso! Gracias por creer con nosotros, y por orar por Gloria y por mí de la manera que lo haces. ¡Te amamos demasiado, y oramos por ti todos los días!

Con amor,