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¡JESÚS ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS!

marzo 2018

Apreciado(a) Colaborador(a),

Doy gracias por ti y por todos los colaboradores que fielmente se mantienen firmes, apoyándonos a Gloria y a mí. ¡ Estoy en la mejor condición (espíritu, alma y cuerpo) de la que alguna vez haya estado en toda mi vida! Nunca pienses que tus oraciones no cuentan – sí que lo hacen. Soy muy consciente de ellas. Te lo puedo decir a raíz de lo que escuché al Espíritu de Dios decirme tan solo hace unos días. Él dijo: Kenneth, este es el comienzo de la siguiente etapa de tu ministerio.  De inmediato reconocí que no se refería a ésta como si fuera la parte final. Mi ministerio en este momento se encuentra en su momento más emocionante, y este es sólo el comienzo. Han sucedido muchas cosas poderosas y maravillosas. Las finanzas van en aumento. Continuamos recibiendo testimonios de toda clase, desde sanidades hasta rompimientos financieros, protección, liberación, etc., y nos llegan de todas partes. El avión Gulfstream V (G5) ya está en el hangar—¡COMPLETAMENTE PAGADO! ¡Y solamente estamos en marzo! Volaremos ese avión grandioso a Lagos, Nigeria del 30 de abril hasta el 7 de mayo. Ahora puedes entender por qué estoy tan emocionado con Jesús y con ustedes , mis colaboradores.

Comencemos hoy leyendo un versículo muy conocido de las escrituras, pero que a la vez es sumamente importante.

Hebreos 13:8 dice: 

8 Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

¿Te hace emocionar en tu alma y en tu corazón? Ese es Jesús. ¿Y el Padre? Bueno, si has visto a Jesús, has visto al Padre.

Santiago 1:17 dice: 

17 Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.

Ahí lo tienes: Él era el AMOR. Él es el AMOR. ¡Él siempre será el AMOR! Malaquías 3:6 lo dice así: «YO SOY EL SEÑOR (quien es el AMOR), y NO CAMBIO.» ¡Gloria a Dios! ϑϑ Si Él era el SEÑOR RAFA—el Sanador—, Él todavía es el Sanador. Para que la sanidad fuera una cosa del pasado, ¡Él tendría que haber cambiado de Nombre!

Grita de júbilo: “¡ÉL ES MI SANADOR! Ese es Su Nombre, así que mi nombre es el sanado”. Hace muchos años, mi hija Kellie llegó del colegio y me dijo: “Papi, he tenido los síntomas de la gripe todo el día y no he podido recibir mi sanidad.”

En aquel entonces, escuché al Espíritu Santo hablarme a mi espíritu: Dile que ella no está enferma tratando de mejorarse. Ella está sana, y el diablo está tratando de quitarle su sanidad. Después, le impuse las manos y ella se fue a la habitación. Tomó autoridad sobre el diablo y antes de la hora de acostarse a dormir, todos los síntomas habían desaparecido. La sanidad te pertenece.   Está en ti y a tu alrededor todo el tiempo, porque Jesús es el Sanador, por medio del Espíritu Santo que vive dentro de ti, ahora mismo. Uno de los obstáculos más grandes para recibir sanidad es no saber identificar si es o no la voluntad de Dios que estés sano. El punto de partida de la fe es aquél donde la voluntad de Dios es conocida. La PALABRA de Dios es la voluntad expresa de Dios. ¿Por qué Dios nos proveería algo en Su PALABRA que esté en contra de Su propia voluntad? Eso lo convertiría en alguien de doble ánimo, un mentiroso. El que miente al respecto es satanás. 

Veamos Marcos 1:40-42:

40 Un leproso se acercó a Jesús, se arrodilló ante él y le dijo: «Si quieres, puedes limpiarme.»

41 Jesús tuvo compasión de él, así que extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero. Ya has quedado limpio.» 

42 En cuanto Jesús pronunció estas palabras, la lepra desapareció y aquel hombre quedó limpio.

Este diálogo nos responde a la pregunta de la voluntad de Dios para todos los hombres, en todas las épocas. Nota lo que motivó a Jesús, o mejor quién motivó a Jesús a sanar a ese hombre. ¡La COMPASIÓN! EL AMOR MISMO— y se trata de tu Padre . No existe un solo incidente en el Nuevo Testamento en el que alguien se acercara a Jesús para pedirle sanidad, y le fuera negada. Ninguno recibió instrucciones de esperar un tiempo. ¡NI UNA SOLA VEZ! Dios y Su PALABRA son Uno solo. No trates a la Biblia como un libro común y corriente; mas bien, trátala de la misma manera en la que tratarías a cualquier persona honesta en el mundo. Su Palabra es Su garantía legal: «En el principio ya existía la PALABRA. La PALABRA estaba con Dios, y Dios mismo era la PALABRA.» (Juan 1:1). Es imposible para Dios mentir. ¡Simplemente no puede hacerlo! Es Su perfecta voluntad para cada ser humano que esté bien—en espíritu, alma y cuerpo—. Jesús murió, fue al infierno y sufrió el precio de la maldición, la cual es triple: muerte espiritual, enfermedad y pobreza . LA BENDICIÓN es triple: vida, sanidad y prosperidad. Jesús lo hizo por todo el mundo, no solamente por los creyentes como tú y yo.

¡Si eso no hace que tu corazón se encienda como una llama, tu madera está mojada! ϑ

El Salmo 107:2 (RVA-2015) dice: ¡«Díganlo los redimidos del SEÑOR»! Llegó el momento de que te levantes y comiences a danzar y a gritar de júbilo. Grita: NO SOY EL ENFERMO TRATANDO DE SER SANADO. ¡SOY EL SANO! DIABLO, NO PUEDES ROBARME LA SALUD, MI DINERO, NI NADA MÁS QUE MI SEÑOR JESÚS YA ME HAYA PROVISTO! ¡ESTOY DANZANDO Y CELEBRANDO MI VICTORIA CON LOS PIES SOBRE TU CABEZA! ME PARO SOBRE TI DE ACUERDO CON LUCAS 10:19, QUE DICE: 

19 MIREN QUE YO LES HE DADO A USTEDES PODER PARA APLASTAR SERPIENTES Y ESCORPIONES, Y PARA VENCER A TODO EL PODER DEL ENEMIGO, SIN QUE NADA LOS DAÑE.

“ESO TAMBIEN SIGNIFICA, ¡DANZAR!”

Mientras siembras tu semilla de BENDICIÓN este mes, siémbrala con gran anticipación y expectativa por el Gran Año del Espíritu Santo y el Fuego, en ti, a tu alrededor y en toda tu vida. Aquí en los Ministerios KCM y la iglesia EMIC tienes a muchísima gente orando por ti todos los días—especialmente Gloria y yo. Tú eres nuestra familia. Te amamos muchísimo. 

Con Amor,