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¡LA FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR!

octubre 2019

Apreciado(a) Colaborador(a),

Hoy quiero hablarte acerca de 1 Corintios 13:13:

13 Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor.

Por supuesto, el más importante es el amor porque Dios es Amor. La fe y el amor provienen de Él. Cada una de las tres fuerzas espirituales listadas en este versículo, como ya lo sabes, son mucho más poderosas que cualquier otra fuerza hallada en el mundo natural, o carnal. La fuerza más poderosa conocida por el hombre en el mundo natural es el poder explosivo de las armas nucleares. Pero, así de poderosa, ni se compara con el poder maravilloso del ámbito del Espíritu. Todas las cosas fueron creadas por palabras llenas de fe. Dios es amor. Él tiene fe y Él es la Fuente de nuestra esperanza.  

Mira 2 Tesalonicenses 2:16:

16 Que nuestro SEÑOR Jesucristo mismo, y nuestro Dios y Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia…

¿Hacia dónde nos encamina esto?  Hacia la fe, ¡por supuesto! Hebreos 11:1 lo aclara a la perfección: 

1 Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.

El autor nos compartió, tan solo dos versículos antes, que aquellos que son justos, es decir, nacidos de nuevo, deberán vivir por fe . La esperanza bíblica viva es ese modelo sobrenatural que obtendrá vida por medio de la sustancia de la fe. La esperanza, sin la fe, es solamente un sueño , o un deseo interno. Es algo poderoso y maravilloso entregado por Dios pero, sin la fe, siempre vivirá en el futuro. La fe siempre vive en el presente. La esperanza mira hacia al futuro y vence los problemas de la mente. La mente no renovada está atrapada en el lodo y el dolor de lo que solamente puede ver y sentir en el ahora. Segunda de Corintios 4:17-18 nos los explica con claridad: 

17 Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. 

18 Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

¿Cómo lo logras? A través de los ojos de la fe, la esperanza y el amor. Nota en el versículo 18, que todo aquello que se ve, pertenece al mundo natural y es solo temporal.

Ahora, veamos ese versículo en la Biblia Amplificada, Edición Clásica:

18 Ya que consideramos y miramos no a las cosas que se ven sino a las que no se ven; porque las cosas que son visibles son temporales (breves y fugaces), pero las cosas que son invisibles son inmortales y eternas.

¡Guau! Inmortales y eternas. La Nueva Traducción Viviente lo dice de esta manera:

18 Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

¡Gloria a Dios! Cualquier cosa que podamos ver o sentir está sujeta a cambio. Mira el versículo 16 y grita. “¡Ese soy YO!”

16 Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día.

Sin embargo, solamente funciona ¡MIENTRAS!…

“¿Mientras qué, hermano Copeland?”

¡Mientras NO miremos alrededor! Nosotros debemos poner nuestros ojos en Jesús. Ahora, examinemos de nuevo el gran libro de la fe: Hebreos. Estábamos en el capítulo 11, y ahora avanzaremos al capítulo 12, y leeremos los primeros tres versículos:

1 Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

2 Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios.

3 Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen.

¡Fijando nuestra mirada en Jesús! No en el peso ni el pecado, o las cosas temporales de la mente y la carne, sino fijando nuestros corazones y mentes en Él: ¡LA PALABRA Misma! Él es la PALABRA escrita, y la PALABRA escrita es Jesús. Juan 1:1 dice: «En el principio ya existía la PALABRA. La PALABRA estaba con DIOS, y DIOS mismo era la PALABRA.»

Después, en el versículo 14: ¡«Y LA PALABRA SE HIZO CARNE [JESÚS], Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS».! La misma Biblia que sostienes en tus manos mientras lees estas escrituras, es tanto una revelación y manifestación de Dios como lo son el Padre, el Hijo y el Gran Yo soy que vive en nosotros. Mantener Su PALBRA escrita a la vista hará exactamente lo que leemos en Hebreos 12:3. Nos protegerá del desgaste y el desánimo de nuestra mente. Sin embargo, sólo lo hará , ¡mientras fijemos nuestra mirada en Él! ¿POR QUÉ? ¡Porque la fe proviene del oír, y el oír proviene de la PALABRA de DIOS ! (Romanos 10:17).

Enseñarle a Su pueblo fe, desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y hasta los confines de la tierra, siempre requiere regresar a la fe , la cual funciona por el AMOR, Quien es Dios . Ese es tu trabajo y mi trabajo como colaboradores: Enseñarle a Su pueblo fe, desde la cima más alta hasta el valle más profundo, hasta los confines de la tierra.

¡Desearía poder escribir en lenguas! Esa es la única manera en la que puedo expresar cuánto te amamos, a ti y a todos nuestros colaboradores. Gloria, yo, los pastores George y Terri y todos los miembros del equipo en KCM. Todos te amamos y oramos por ti todos los días. Recuerda que, mientras siembras tu semilla de BENDICIÓN este mes, oraremos por ella de la misma manera como si el equipo estuviera imponiéndote las manos personalmente. Eres muy especial para nosotros. Eres uno en un millón. Dios te ama. Nosotros te amamos. Y, ¡Jesús es el SEÑOR!

Con amor,