Apreciado(a) Colaborador(a),
¿No es la fe algo maravilloso? Piénsalo. La fe misma de Dios está en tu espíritu nacido de nuevo, ahora mismo. Esta allí a la espera, junto a la esperanza y el amor, de servirte y cumplir los deseos de tu corazón. Eso nos recuerda lo que Jesús nos dijo en Marcos 11:24:
24 Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá.
Entonces, la fe está en tu espíritu nacido de nuevo, pero ¿cómo la activamos? Para responder esa pregunta, vayamos a Romanos 10:17:
17 Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la PALABRA de Dios.
Entonces podríamos decir que el oír hace hervir (o agita) la fe , y el oír proviene de la PALABRA de Dios. No existe algo como la fe que nunca llega. La PALABRA de Dios hace hervir (o agita) la fe de la misma manera que el calor hace hervir (o agita) el agua. Así como el agua se encuentra en reposo e inactiva sin una fuente de calor, la fe estará en reposo e inactiva sin el oír , y el oír, y el oír de la PALABRA de Dios.
Cuando la fe hierve, los resultados esperados se manifiestan. Es en ese momento que la sanidad aparece en escena y los rompimientos financieros llegan.
Miremos el versículo 10:
10 Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación.
Cuando la fe se agita, la misma “hierve” dentro de tu boca . Luego, cuando tus palabras se llenan con la fe de DIOS, suceden cosas maravillosas—especialmente cuando usas tu fe para ministrarle al prójimo. Recuerda estas dos reglas: Regla Nº 1: Las Palabras llenas de fe dominan las leyes del pecado y de la muerte. Regla Nº 2: Lo que haces al prójimo te será hecho a ti también. Efesios 6:8 nos lo confirma:
8 Sabiendo que el bien que haga cada uno eso recibirá de parte del Señor, sea siervo o libre (RVA-2015).
Regresemos a nuestro concepto principal: Sin calor, no habrá ebullición. Sin PALABRA, no habrá fe. Un diez por ciento de PALABRA producirá un 10 por ciento (o menos) de fe. Un diez por ciento de fe producirá un 10 por ciento de resultados. Un cincuenta por ciento de fe producirá un 50 por ciento de resultados. Un cien por ciento de fe, o la inmersión total en la PALABRA, producirá un 100 por ciento de resultados. Esa es la definición de “caminar por fe” o la de “El justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17). Con un cien por ciento de fe, es decir, con una inmersión total en la PALABRA, no podrás enfermarte en primer lugar . Eso es vivir en Salud Divina.
Recuerdo el día cuando Gloria y yo escuchamos decir a Kenneth E. Hagin que nunca había tenido un dolor de cabeza ni estado enfermo desde que había sido sanado de adolescente mientras se mantenía firme en fe en Marcos 11:23-24. Casi no podíamos creerlo. Sin embargo, a través de los años, hemos aprendido a hacer eso mismo por medio de la fe. Eso no significa que no hemos sido atacados (claro que sí). En enero, durante la Conferencia de Ministros de 2018, todos los síntomas de la gripe atacaron mi cuerpo. De repente, durante uno de los servicios matutinos, comencé a sentir escalofríos y cada uno de los síntomas que la acompañan. Como ya puedes imaginarlo, el diablo me dijo en la mente: “Te está dando la gripe”.
Yo le respondí con fe: “ ¡No, no me está dando! ” Actué en Efesios 6:14 y me mantuve firme en su contra, rehusándome a aceptarla. ¡Todo síntoma se fue en menos de una hora! Se trataba de la primera vez que los síntomas gripales me atacaban durante muchos años. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última a vez que tuve un resfriado. Permanece en la PALABRA hasta que la fe sobreabunde, y mantente en ese lugar. Se requieren muchas gotas individuales para llenar un vaso, pero sólo es necesario una gota adicional para que éste se derrame.
¿Qué más hará que la copa se derrame? La acción de gracias y la alabanza. Esa frase en el Salmo 23, “mi copa rebosa”, fue inspirada mientras David alababa y adoraba a Dios.
Observa Filipenses 4:4, y a continuación los versículos 6-7 en la Biblia Amplificada, Edición Clásica:
4 Regocíjense en el Señor siempre [deléitense, alégrense en Él]; otra vez digo: ¡Alégrense!
6 No se inquieten ni tengan ansiedad por nada, pero en toda circunstancia y en todo, mediante la oración y la petición (peticiones definitivas), con acción de gracias, sigan haciendo conocer sus deseos a Dios.
7 Y la paz de Dios [será suya, ese estado tranquilo de un alma segura de su salvación por medio de Cristo, y sin temor de que Dios haga algo contrario y contenta con lo que ya tiene en la Tierra sin importar lo que sea, esa paz] que trasciende todo entendimiento, cuidará y guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
¿No se animan tu fe y tu espíritu? ¡Esas son palabras de amor de parte del Amor mismo—Jesús ! Bueno, lo hice de nuevo. ¡Prediqué, o en este caso, escribí hasta estar feliz! ϑ
¡No te quedes ahí sentado! Comienza a alabarlo ahora mismo. Toma tu semilla de BENDICIÓN en tus manos y alaba y adora al SEÑOR Jesús, agradeciéndole por darte Su fe y enseñarte cómo usarla. Agradécele por lo que está haciendo ahora mismo para exaltarte en una victoria grandiosa sobre todo aquello que tu enemigo, satanás, ha tratado de poner sobre ti. Después, ríete y cántale esto al diablo: “¡JA, JA, JA! DE ACUERDO A SANTIAGO 4:7, TE RESISTO DIABLO, EN EL NOMBRE DE JESÚS, ASÍ QUE HUYE—¡AHORA MISMO! ¡ADIOS! ¡MÁS PODEROSO ES EL QUE ESTÁ EN MÍ QUE EL QUE ESTÁ EN EL MUNDO!” Alaba y danza hasta que el gozo llegue. Oh, seguro que llegará: es lo mismo que la fe. Siempre llegará y el gozo es tu fortaleza.
Bueno, me gustaría muchísimo continuar hoy, ¡pero por ahora me toca finalizarlo aquí mismo! Gloria y yo te amamos demasiado.
No te olvides de orar y creer con nosotros por el lanzamiento de la UNIVERSIDAD BÍBLICA KENNETH COPELAND este 27 de agosto. Estamos emocionadísimos al respecto—un campesino del Oeste de Texas como yo, y mi nombre en una universidad… ¡Jesús es demasiado bueno!
Ya lo he dicho muchas veces: Dios te ama, nosotros te amamos y oramos por ti todos los días.
Con amor,