«¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.»
(Santiago 3:13-16)
Al estudiar las Escrituras para encontrar cuáles son los enemigos del amor, me percaté de que la contienda es la más dañina y común de todos. Contienda significa: “Conflicto fuerte o amargo, discordia y antagonismo, pelear, luchar o entrar en conflicto, competencia o rivalidad”.
Según Santiago 3:16, cuando le damos lugar a la contienda, cualquier otro enemigo del amor podrá obrar. La contienda le abre la puerta al diablo, y le da autorización para que traiga confusión y maldad a nuestra vida. Por esa razón, siempre está buscando que entremos en conflicto unos con otros, a fin de que nos ofendamos y critiquemos. ¡Y de esa manera, pueda obtener acceso a nuestra vida!
Satanás no quiere que usted disfrute de LAS BENDICIONES que son suyas en Cristo Jesús. No quiere que usted sea sano, feliz y próspero; pues de esa manera, las otras personas lo notarán y querrán la misma calidad de vida que usted posee. Rendirán su corazón a Dios al ver Sus bondades en su vida.
Para evitar que eso suceda, el diablo tratará de robar sus bendiciones. Intentará engañarlo, a fin de que usted le abra la puerta de su vida, y le presentará una oportunidad para que entre en conflicto con alguien más. El diablo sabe que desde el momento en que usted entre en contienda, puede empezar a ganar dominio sobre su vida, y controlarla. Pero si usted vive en amor, él no podrá lograrlo.
No deje que él tome el control. Tome hoy la decisión de calidad de cerrarle la puerta a la contienda. Rehúsese a entrar en contienda con las personas. No pelee cuando las personas lo critiquen o le hagan daño. En lugar de eso, tome la determinación de responder en amor al no tomar en cuenta el daño que le hicieron. Cuando se equivoque y diga palabras ásperas, sea pronto para arrepentirse; pues de esa manera, el diablo no podrá entrar a su vida.
Puedo asegurárselo, no sólo porque está escrito en la PALABRA; sino por experiencia propia. Rechazar la contienda será una de las mejores decisiones que usted pueda tomar. Se requerirá de esfuerzo, pero, a través de la gracia de Dios, usted lo logrará. Es un pequeño precio el que debe pagar para desatar la BENDICIÓN… y siempre estará agradecido de haberlo pagado.