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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Cuando nadie lo ve

Kenneth Copeland
«Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.»
(Colosenses 3:8)

Cuando permitimos que el amor nos gobierne, lo primero que debemos hacer es tomar autoridad sobre nuestro propio temperamento. En lugar de permitir que nuestro temperamento nos gobierne, nosotros debemos gobernarlo.

Si nos damos cuenta que no podemos lograrlo, quizá sea porque no estamos esforzándonos del todo. Tratamos de contenernos delante de las personas con quienes nos relacionamos, pero cuando estamos solos le damos rienda suelta a nuestra ira. Cuando el automóvil no enciende, y vamos tarde al trabajo, golpeamos el tablero y llenamos el ambiente con palabras hostiles. Cuando la computadora no funciona bien, cerramos las gavetas del escritorio de manera violenta y hacemos comentarios desagradables, pensando que a nadie le importa porque nadie escucha.

Sin embargo, esas expresiones sí importan pues cada vez que cedemos ante la ira y el enojo, los estamos poniendo en práctica. Y mientras más los practiquemos a solas, más fácil será que les evidenciemos delante de los demás. Cuando desarrollamos el hábito de golpear los tableros, y de cerrar la gavetas con violencia; será inevitable que éstos resurjan cuando otras personas nos irriten. Y nos encontraremos haciendo y diciendo, cosas de las cuales nos arrepentiremos.

Además, al ceder ante la ira y a la impaciencia; aún en las cosas más pequeñas, contristamos al Espíritu Santo. No podemos vivir con Él, mientras nos rindamos a la carne. El SEÑOR me habló al respecto hace años, cuando estaba orando en el espíritu y preparándome para un servicio. Me mostró la visión de una tubería que estaba tan llena de basura que no podía fluir agua a través de ella, y sólo rociaba pequeñas gotas de este vital líquido.

Entonces el SEÑOR me dijo: Esa tubería es tu espíritu, el fluir es Mi gloria; y Yo quiero que Mi gloria fluya a través de ti.

Y le pregunté: «¿Qué es toda esa basura que está obstruyendo mi tubería?».

Son los pecados de ira y problemas de temperamento que no has confesado. Ese tapón se construyó por todas las veces que has hablado con enojo o las veces que con ira has tirado tu portafolio al suelo porque olvidaste algo. Cuando tienes problemas con alguien, te arrepientes y arreglas la situación. Pero al permitir que surjan en ti esas actitudes has contaminado el río del espíritu que fluye a través de ti.

Corregí algunas cosas ese día. Me arrepentí, y limpié mi tubería espiritual. Desde entonces, me comprometí a velar por mis pensamientos, por mis palabras y por mis acciones —no sólo cuando otros están presentes, sino cuando Dios y yo estamos solos—. Me he determinado practicar cómo rendirme al amor todo el tiempo; no sólo cuando se trate de un automóvil o una computadora, sino cuando el corazón de las personas está en juego. Decidí que haría las cosas bien, y que cultivaría el hábito de vivir en amor.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.