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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

¡Dios lo ama a usted!

Kenneth Copeland
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»
(Juan 3:16)

Siente y sabe que algo le falta. Usted confía en el poder de Dios, conoce Sus promesas; sin embargo, en su interior existe la duda: “¿Cómo puedo estar seguro de que Él cumplirá Sus promesas en mi vida?”. 

Para responder a esa pregunta, necesita más que sólo el conocimiento del poder de Dios y Sus promesas; es importante que entable una relación personal con Él. Se requiere de una revelación personal de Su amor.

«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado…» (Juan 3:16). Y Él ha dado una y otra vez. 

Ese amor es eterno, incondicional y nunca falla; ¡Dios es amor! Nuestra mente natural no puede comprenderlo. Incluso Pablo, en su carta a los Efesios, oró para que pudiéramos: «…conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios» (Efesios 3:19). Y ¿cómo es esto posible? ¿Cómo comprender lo incomprensible?

Pues no, ¡no es posible! Al menos no con el razonamiento humano. Para entender algo tan grande como el amor de Dios, se requiere de la revelación del Espíritu Santo.

La revelación es el entendimiento que le imparte el Espíritu Santo a nuestro espíritu, el cual se transmite después a nuestra mente. No proviene de la mente al corazón, sino del corazón a la mente.

La historia de Abram es un ejemplo perfecto. Cuando Dios le hizo las primeras promesas, él no comprendía el amor de Dios. Antes que el Señor se acercara a él, Abram adoraba a la luna, y ésta por supuesto no se interesaba en hacer nada por él. Luego Abram tuvo un encuentro con El Shadai, el ser más poderoso que él pudo haber conocido, y lo primero que El Shadai anhelaba era ¡darle

Dios quiere darle a usted. Su deseo es que todos conozcan el gran amor que Él les  tiene. Si usted no ha conocido el amor incondicional de Dios, comience bien este nuevo año; pídale al Señor una revelación personal. Si aún no ha aceptado a Jesús como el Señor de su vida, invítelo a su corazón. Repita la siguiente oración: 

Padre celestial, vengo delante de Ti a pedirte perdón por mis pecados. Jesús, te pido que entres a mi vida y me salves. Te acepto como mi Señor. Me entrego por completo a Ti. Te recibo en mi corazón, soy un creyente. Gracias, Señor.

Ahora, empiece a vivir por fe en Sus brazos de amor. Reciba la revelación del amor incondicional que Él le tiene. ¡Dios realmente lo ama!

Lectura bíblica: Génesis 1-3; Mateo 1-2

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.