«En cuanto a la hora adecuada y el tiempo preciso y la fecha, hermanos, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Porque ustedes mismos conocen perfectamente bien que el día del [regreso del] Señor vendrá [inesperada y repentinamente] como ladrón en la noche.»
(1 Tesalonicenses 5:1-2, AMPC)

En este momento de la historia, hay un clamor surgiendo en el espíritu. Un clamor que resuena, el cual proviene de la Palabra de Dios y de las voces de Sus profetas. Un clamor que está moldeando la vida de cada creyente sabio sobre la faz de la Tierra.

«…¡He aquí el esposo viene!…» (Mateo 25:6).

Y cada vez, vemos más señales que anuncian la venida de Cristo. Nunca antes había sido tan crucial que usted y yo estuviéramos preparados.

Alguien podría argumentar: “Gloria, usted no puede estar segura de eso. Después de todo, la Biblia asegura que nadie sabe cuándo vendrá Jesús. Su regreso nos sorprenderá como ladrón en la noche”.

Si piensa de esa manera, será mejor que lea de nuevo ese versículo. En 1 Tesalonicenses 5, leemos que quienes no estamos en tinieblas, no seremos sorprendidos. Además, se nos insta a permanecer bien despiertos, en alerta, vigilantes, cautelosos y en guardia.

Si es un creyente que está preparado, el regreso de Cristo no lo tomará por sorpresa. Usted es hijo de la luz; por tanto, lo sabrá. Quizá no conozca el día o la hora, pero sabrá el momento.

De hecho, me imagino en los días de la venida del Señor, aquellos que ya estén listos, andarán en tal plenitud en el espíritu que en su tiempo de oración percibirán que algo grandioso está por suceder. Experimentarán un entusiasmo espiritual en sus corazones. De pronto, se les erizará la piel o quizá se les parará el cabello; su ser espiritual estará tan conectado a Dios que simplemente sabrán que algo está ocurriendo.

No hay duda al respecto. Es necesario que usted y yo estemos listos. Al igual que las fuerzas militares de nuestra nación, nosotros también debemos estar preparados para la batalla todo el tiempo. Es importante estar listos en todo momento, no sólo porque Jesús regresará pronto, sino también porque existe un enemigo. Su nombre es Satanás y su misión es matarnos, robarnos y destruirnos. Si él nos encuentra desprevenidos, puede causar un daño serio en nuestra vida. Pero si estamos listos y lo resistimos, él huirá de nosotros.

Si permanecemos atentos, estaremos preparados y equipados para actuar de inmediato. El diccionario define la palabra preparado como: “a la espera de una oportunidad, sin vacilar, dispuesto, conveniente, con disponibilidad”.

Me gusta esa última frase. Deberíamos estar disponibles para Dios en cualquier momento. ¡Él desea que estemos dispuestos! ¡Él quiere que estemos listos!