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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Él anuló el acta de pecados

Kenneth Copeland
«Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»
(Mateo 26:28)

Por medio de Su muerte y de Su resurrección, Jesús liberó por completo a cada creyente de la maldición del pecado y de la muerte. Pero si no aprendemos qué significa en realidad ese sacrificio y cómo podemos aplicarlo, no sabremos cómo tomar lo que nos pertenece.

Vivir libres de pecado, de culpa, de condenación y de derrota es como un sueño inalcanzable para algunas personas. Ni siquiera  se imaginan que la libertad y el gozo les pertenece —ya son suyos; sin embargo, no saben cómo apoderarse de ellos—.

Cuando Jesús murió, Su sangre derramada ratificó el pacto que tenemos con Dios. Su sangre fue el sacrificio final por nuestros pecados. No es necesario que usted “haga” algo para “cubrir” sus pecados. No debe  castigarse a sí mismo, ni ofrecer sacrificios como en el Antiguo Testamento.

En  el Antiguo Testamento, la sangre de los animales era la expiación en los sacrificios hebreos. Ésta cubría sus pecados, mas no los anulaba. Expiar significa: “cubrir sobre u ocultar”. La sangre del animal  escondía temporalmente los pecados por un año.

Bajo el Nuevo Pacto, la sangre de Jesús no sólo cubre el pecado; sino lo perdona y lo anula. En el original griego del Nuevo Testamento, la palabra no es expiar; sino reconciliación con Dios a través de la eliminación total del pecado. La palabra griega expiar no aparece en el Nuevo Testamento cuando se refieren al sacrificio de Jesús.

Es incorrecto utilizar el término expiar, refiriéndose a Su sangre; sin embargo, la hemos utilizado por ignorancia. Las personas en círculos religiosos han hablado acerca de la gran expiación. De hecho, yo también participé en esa creencia por muchos años hasta que aprendí la verdad.

Este término denota sólo una comprensión básica de lo que realiza la sangre de Jesús, mas no una descripción real.  La sangre de Jesús hizo por nosotros mucho más que sólo ocultar los pecados.

En Colosenses 2:14, se explica que la palabra remisión es hacer invisible la tinta del acta en la que estaban escritos los pecados que nos imputaban. En la versión Reina Valera 1960 se escribe anulado. La expiación sólo pudo colocar una estampa sobre el acta  que decía: “Deuda cancelada”, y solamente la cubrió. Pero la remisión la  borra. Remisión significa que no hay evidencia de que hubiera un acta. El acta no es sólo cancelada; sino eliminada. La sangre de Jesús la anula.

¿Comprende? Esto significa que al confesar sus pecados,  la sangre de Jesús los anula. Entonces si al día siguiente usted se los menciona a Dios, Él no sabrá de qué está hablando. Pues ¡fueron eliminados!, ya no existen. Usted solamente se preocuparía e inquietaría por algo que no existe. Permanecería bajo condenación por algo que ya fue eliminado. Y permitiría que lo haga retroceder algo que no es real. ¡Usted ya fue redimido, fue hecho libre!

Lectura bíblica: Éxodo 3-4; Marcos 1

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.