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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

El puente entre dos mundos

Kenneth Copeland
«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…»
(Juan 1:1, 12, 14)

Todos saben que el cielo es un lugar grandioso. Lo tiene todo: una riqueza tan inmensa que las calles están hechas de oro, una salud tan abundante que la enfermedad ni siquiera existe; gozo tan pleno que extingue todo dolor para siempre.

Los cristianos sueñan con llegar a ese lugar cuando mueran.

Pero imagínese por un momento, cuán asombroso sería si usted pudiera entrar al cielo en este momento.  Piense cómo sería si Dios construyera un puente entre el reino de los cielos y la Tierra, a fin de que esas ilimitadas provisiones celestiales pudieran fluir para satisfacer las necesidades de su vida.

Sería maravilloso ¿verdad? Sin embargo, lo más extraordinario es que el puente ya fue construido.

La mayoría de personas ¡ni siquiera pueden creer que eso sea posible! Esto se debe a que en la mente de ellas, el mundo espiritual donde existe el cielo no es tan real para ellas. Por esa razón, no pueden comprender cómo la “realidad” de este mundo físico y lo “abstracto” del mundo espiritual puedan conectarse.

Yo solía pensar así; no obstante, cuando Dios comenzó a enseñarme estas cosas, Él afirmó y renovó mi mente. Él me explicó que el ámbito de la realidad incluye ambos mundos, tanto el espiritual como el material. También me hizo saber que, contrario a la creencia popular, el mundo espiritual no sólo es tan real como el físico; sino que ¡es mucho más real!

Hace 2,000 años, en la ciudad de Belén, un ángel estalló en gozo anunciando las buenas nuevas: «¡…y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lucas 2:14). ¡Jesús había nacido! La Palabra que produjo vida en Adán es la misma que nos abre el camino hacia la vida eterna. El cielo y la Tierra se conectaron otra vez… se construyó el puente para su salvación… la separación que existió después de que Adán desobedeció a Dios se terminó.

Gracias a esto, hoy en día puede tener todas sus necesidades suplidas en abundancia. Cualquier necesidad… en su espíritu, en su alma y en su cuerpo. Eso se refiere a sus necesidades espirituales, sociales, mentales, físicas y de salud.

Jesús nació. ¡Usted tiene al Salvador y al Ungido y Su unción! Invítelo hoy a entrar en su corazón… y cruce el puente entre los dos mundos.

Lectura bíblica: Zacarías 1-3; Salmos 141-142

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.