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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

¿Fe o desesperación?

Kenneth Copeland
«La fe la certeza de lo que se espera.»
(Hebreos 11:1)

¿Sabía que usted puede provocar que su fe pierda su objetivo? Usted puede tener toda la fe necesaria; y permitir que se esparza en cualquier dirección ¡sin obtener resultados!

¿Cómo? Perdiendo su esperanza. La mayoría de creyentes no le presta mucha atención a la esperanza. No piensan que sea algo muy importante. Y ciertamente no consideran que sea tan vital como la fe; no obstante, lo es; pues la fe no funciona sin ésta.

La esperanza es el plano de la fe. Cuando la esperanza se pierde, la fe pierde su objetivo, y ya no tiene una misión que cumplir. Simplemente se esparce.

Recuerdo que hace algunos años, eso me sucedió. Por instrucción de Dios, había donado mi avión a un predicador; entonces pedí otro para reemplazarlo. Mientras transcurrían las semanas, cuando el nuevo aeroplano era fabricado, comencé a creerle a Dios por la cantidad total de dinero que necesitaba para pagarlo.

Aferrado a mi fe y a las promesas de Dios, todo marchó bien por un tiempo. Sin embargo, unos cuantos días, antes de la fecha prevista para la entrega, me di cuenta que me faltaban US$20,000.

Mientras más se acercaba la fecha, me alarmaba más y más. Empecé hacer confesiones de fe tan rápido como pude. Declaraba: Gracias Dios, porque cuento con esos US$20,000. En el nombre de Jesús ¡los tengo!, ¡los tengo!, ¡los tengo!

Eso sonaba como una confesión de fe, pero no lo era; yo no estaba confesándolo en fe, sino por desesperación. 

Me percaté de que algo debía cambiar, así que tomé mi Biblia y mis casetes de predicaciones, subí a mi barco y llegué a la mitad del lago con el propósito de estar con el Señor. Pero, cuando llegué allí, seguía declarando: Gracias Dios, tengo esos US$20,000. En el nombre de Jesús, ¡los tengo!, ¡los tengo!, ¡los tengo!, ¡los tengo!, ¡los tengo!

De repente, el Señor habló a mi interior: ¡KENNETH, CÁLLATE! Estoy cansado de escuchar lo mismo. Sólo haz silencio y permíteme mostrarte lo que puedo hacer.  

Cuando Él me lo expresó, algo sucedió dentro de mí. Mi esperanza cobró vida otra vez. De pronto, estaba a la expectativa de recibir, en vez sentirme desesperado. Empecé a esperar con entusiasmo lo que Dios estaba a punto de realizar, en lugar de temer por lo que sucedería si Él no obraba en esa situación.

En efecto, sí recibí esos US$20,000 para cancelar el aeroplano. Fue con algunos días de atraso, pero los recibí (el dinero llegó después porque dejé que mi esperanza se debilitara). Además, el piloto que me lo entregó fue salvo y lleno del Espíritu Santo. No obstante, nada de eso habría sucedido si no me hubiera apartado y encerrado en mi barco durante muchas horas con la Palabra; permitiendo que el Espíritu de Dios reconstruyera y reavivara la esperanza en mi interior. Ésta fue la que me llevó de la desesperación a la fe.

La esperanza es una divina imagen interna, la cual nace en el interior de su espíritu por las preciosas promesas de Dios. La fe es la certeza celestial que traerá esa imagen nacida de la Palabra a la realidad. Sin esperanza, la fe no tiene a donde ir.

Si usted está enfrentando serias circunstancias, y su fe y sus confesiones se dirigen a cualquier dirección, deténgase. Tome su Biblia, pase tiempo a solas con Dios, y permita que esa esperanza cobre vida en su interior. Deje que el Espíritu de Dios surja de su interior y vuelva a encender ese fuego. Éste le pondrá fin a la desesperación… y una vez más su fe se enfocará sobre su objetivo.

Lectura bíblica: Oseas 14; Joel 1; Salmo 124

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.