«Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»
(Mateo 16:19, NVI)
Como miembros de la Iglesia del SEÑOR Jesucristo, a usted y a mí se nos han dado las llaves del Reino de los cielos. Se nos ha otorgado la PALABRA de Dios y la sabiduría del Espíritu Santo, a fin de que descubramos cuál es la llave específica que abrirá la puerta del poder sobrenatural de Dios en cada situación.
Sin duda, hay muchas llaves. Sin embargo, hay una llave maestra que funciona en todas las áreas. Es la llave que Jesús mismo usó en cada situación. Es la llave que conectó a Jesús con la sabiduría y el poder de Dios.
Me gusta decirlo de la siguiente manera: Es la llave maestra del Reino.
Y ¿cuál es esa llave? Es la llave del amor.
Descubrí esa verdad un día mientras meditaba en Efesios 3:19, la palabra Cristo significa: “El Ungido y Su Unción”. Cuando lo aplicamos a la traducción del versículo, se oye de la siguiente manera: “Conozcan el amor del Ungido y Su Unción, el cual sobrepasa todo entendimiento, a fin de que sean llenos de toda la plenitud de Dios”.
Mientras meditaba en ese versículo, pensé: Sé que Dios me ama y lo sé, porque así está escrito en Su PALABRA. Pero ¿qué significa conocer el amor de Su Ungido?
Esto no tenía sentido para mí, hasta que un día lo comprendí en mi corazón. De pronto, me di cuenta que el versículo se refería a ¡la unción para amar! En ese versículo se nos enseña que tenemos la misma unción en nuestro interior para amar que Jesús tenía. Cuando las personas vengan con contiendas y problemas —a fin de desviarnos del camino— y las circunstancias nos amenacen, recordemos que tenemos la misma unción que Jesús tenía para responder ante esas dificultades.
Si sólo tomamos la decisión de calidad de obedecer el mandamiento de 1 Juan 3:23, al creer en Jesús y amar a los demás, vamos a vivir conforme a esa unción. Viviremos en el poder sobrenatural de Su amor. Ya no necesitaremos vivir en nuestra limitada capacidad, sino recurriremos a Su habilidad —pues Él tiene la habilidad de amar en cada situación—.
Cuando decidimos vivir conforme a ese amor, muchas otras fuerzas espirituales se pondrán a nuestra disposición. Y como se nos enseña en Efesios 3:19-20 ,conoceremos: «… el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros».
¡Gracias a Dios que existe la llave maestra del amor!