«…Tu palabra es verdad.»
(Juan 17:17)
Dése cuenta que este versículo no afirma: “Tu Palabra es un factor”. La verdad va más allá de los factores. Es posible que el factor sea que usted no tenga dinero o que el doctor le diagnosticó una enfermedad incurable. Sin embargo, ¿qué dice la verdad acerca de esto?
Note que la verdad es absoluta. La verdad nunca se rinde ni cambia. Por tanto, los factores están sujetos a la verdad.
Es probable que el factor muestre que está muy enfermo, pero Dios declara que usted fue sano por las llagas de Jesús cuando Él murió en la cruz. Ésa es la verdad. Ahora debe escoger entre aplicar la verdad de la Palabra de Dios ante este factor, —el cual cambiará o puede estar de acuerdo con los factores y las cosas permanecerán igual—.
Le advierto que es más fácil estar de acuerdo con los factores porque éstos gritan mucho más fuerte que la Palabra; la cual permanecerá en silencio hasta que usted comience a expresarla con su boca.
Sin embargo, cuando la Palabra empiece a fluir de sus labios en fe, ésta será la palabra final. Si es la Palabra de Dios respecto a la sanidad, será sano. Si es acerca de la prosperidad, será próspero; y si es con respecto a la liberación, será libre.
Dios le ha otorgado Su Pacto. Cuando usted cumple su parte al creer, confesar y actuar con su corazón lleno de fe, la Palabra se hará una realidad. Ninguna circunstancia en la Tierra y ningún demonio del infierno pueden detenerla.
Así que olvide todas esas historias que usted ha escuchado acerca de un fulano que creyó la Palabra, y ésta no funcionó para él. Ya no pregunte más; y establezca de una vez por todas: La Palabra de Dios es verdad.