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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Los discípulos amados de Jesús

Kenneth Copeland
«Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.»
(Juan 21:20-24 )

El rumor que se dispersó entre casi todos los discípulos acerca de que el apóstol Juan nunca moriría es muy interesante. Aunque no sucedió así de manera literal, hay algo de cierto en ese rumor, pues la historia nos enseña que ni los romanos pudieron matarlo, ni detener su ministerio.

En algún punto de la persecución de la Iglesia, Juan fue hervido en aceite; sin embargo, de manera milagrosa se liberó y salió ileso. Y como último recurso, el gobierno lo envió a la isla desolada de Patmos. Pensando que al no tener contacto con nadie, terminarían con su influencia.

Pero se equivocaron. Fue en la isla de Patmos donde Juan se inspiró, y escribió el libro de Apocalipsis.

¿Cuál era el secreto detrás de su éxito? ¿Qué lo hacía prácticamente indestructible? La respuesta se encuentra en sus escritos. Nunca se refirió a sí mismo por su nombre. Siempre se llamó: “El discípulo amado de Jesús”.

Ésa fue su confesión de fe: “Yo soy el discípulo amado de Jesús”. Él no lo decía para insinuar que Jesús no amaba a los otros. Sino para reforzar la revelación en su corazón, de que el Maestro lo amaba de manera personal e individual. Lo afirmaba porque sabía que era cierto. Sin embargo, mientras más lo confesaba, más lo comprendía.

Lo afirmó… lo afirmó… y lo afirmó… hasta que obtuvo la revelación del amor que sobrepasa toda revelación. Fue tan lleno de la plenitud de Dios que pudo afirmar con seguridad y valentía: «…como él es, así somos nosotros en este mundo» (1 Juan 4:17).

Observe que Juan no expresó: “Como Él es, soy yo…”. No, él declaró: “Como Él es, así somos  nosotros”. Eso significa que; por muy especial que haya sido el apóstol Juan, no obtuvo nada que no esté disponible para nosotros. La misma revelación que él obtuvo, la podemos obtener también.

Ya sea que lo sepamos o no, somos los discípulos amados de Jesús. Creo que es tiempo de que lo declaremos.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.