«…Sea constante en la oración.»
(Romanos 12:12, AMPC)
“Hola, soy Dios. En este momento no me encuentro en el trono; por favor, deje su mensaje y su número telefónico después del tono, yo le devolveré la llamada”. ¿Ha llamado alguna vez a Dios y ha recibido una respuesta como ésta?
¡Claro que no! El Señor recibe llamadas durante las 24 horas del día, todos los días. Él siempre está disponible para escucharlo y responderle. Nunca lo envía al buzón de voz cuando lo llama. ¡Nunca! Incluso si fuera a las 3 de la madrugada, Él se encuentra allí, listo para conversar con usted.
De hecho, Él envió a Su Espíritu a morar en su interior, a fin de que pudiera comunicarse con usted en cualquier momento del día.
Si aún no se ha comunicado con Él, es tiempo de que recapacite y tome ventaja de ello. Aparte un tiempo especial para orar y tener comunión con Dios a diario.
Jamás olvidaré la primera vez que empecé a realizarlo sin falta. Sucedió después de que un hombre de Dios diera una profecía. En ese entonces John era un adolescente, y yo estaba preocupada por él. No era un joven malo; sin embargo, a mi parecer, él estaba actuando de una manera incorrecta.
Esa palabra del Señor declaraba que si invertíamos una o dos horas en comunión con Él cada día, todo nos saldría bien.
Sabe algo, invertir una o dos horas al día no es mucho tiempo, considerando el resultado que se obtiene. Y puedo asegurarle que sí funciona, pues ahora nuestras vidas marchan muy bien. Nuestros hijos, incluyendo a John, están dedicados al Señor y le sirven a Él junto con nosotros en el ministerio.
Por tanto, tome la decisión de calidad de invertir tiempo con Dios a diario. Y le garantizo que cuando lo llame, ¡no lo enviará al buzón de voz!