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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

¡Sea una persona más amable y gentil!

Gloria Copeland
«Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.»
(Tito 3:2)

Algunas personas, por naturaleza, poseen una lengua afilada y una personalidad descortés. A menudo, son toscos con los demás y hieren sus sentimientos. Y se excusan diciendo: “No puedo evitarlo. Así soy yo. No suavizo las palabras que expreso. Sólo digo las cosas como son. Si los demás se ofenden, es problema de ellos”.

Sin embargo, esa actitud no es aceptable una vez que haya nacido de nuevo. Dios espera que nosotros, como Sus hijos, vivamos en amor. También espera que seamos amables, pues Él es amable, y porque ha depositado Su espíritu de amabilidad en nosotros. Incluso, si hemos sido cortantes y bruscos toda nuestra vida, Dios nos pide que eliminemos esos antiguos hábitos, viviendo conforme a nuestra nueva naturaleza y siendo benignos unos con otros (Efesios 4:32).

¿Qué significa ser amable en realidad?

Durante mis tiempos de estudio acerca de ese tema, descubrí algunas asombrosas definiciones. Medite en ellas y permita que el Espíritu Santo las plasme en su corazón. Éstas le ayudarán a amoldarse a la personalidad de Dios —la cual se encuentra en su interior—, y a comportarse de manera amable.

De acuerdo con el Diccionario expositivo de términos bíblicos Vine [y la Concordancia exhaustiva de la Biblia Strong], la amabilidad también puede traducirse como bondad; y significa: «Algo justo, correcto. Y no sólo la bondad como una cualidad, sino la bondad en acción; expresándose a sí misma en hechos, en gracia, en ternura y en compasión; en la dulzura de la disposición, en el trato amable hacia los demás, en benevolencia y en cordialidad. El término nos describe la habilidad de actuar por el bien, de quienes agotan nuestra paciencia”.

En el diccionario Webster, leemos que bondad es: “El estado, la cualidad o el hábito de ser amable, simpático, amigable, gentil, cariñoso, generoso, afectuoso, estar dispuesto, y ser cortés”.

En lo particular, me gusta la manera en que este diccionario describe la palabra hábito, pues cuando en realidad vivimos de acuerdo con la amorosa bondad de Dios, ésta fluye de nosotros de forma habitual. Ni siquiera debemos esforzarnos en ser amables, sino debemos expresar la bondad de Dios con naturalidad. En otras palabras, cede ante nuestra nueva naturaleza, y no ante nuestra carne.

Si usted fue severo y brusco en el pasado, quizá necesite un cambio total de personalidad. Dios puede ayudarlo, por medio de Su Espíritu; el cual habita en su interior. Él puede investirlo de poder para deshacerse de su vieja naturaleza, y entregarle una nueva. Y a medida que se rinda al SEÑOR, Él podrá hacer de usted una persona ¡más amable y gentil!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.