«Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos, contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.»
(Salmos 2:2-4)
Dios está derramando de Su Espíritu como nunca antes. Nos encontramos en medio de la cosecha más grande de almas que jamás hayamos visto. Pero con toda la unción que Él ha depositado en nosotros y sobre nosotros, también nos ha dado una gran responsabilidad por ser la Iglesia de los últimos tiempos.
Salmos 2:2-4 nos ayuda a aferrarnos a lo que Dios le está indicando a Su pueblo hoy. Y en Salmos 37:12-13, nosotros leemos: «Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes; el Señor se reirá de él; porque ve que viene su día».
Mientras esta época llega a su fin, escucho que el Señor expresa: Sólo necesito un par de días aquí. Hay una gran cantidad de cosas que he esperado hacer, pero Mis manos estaban atadas. Sin embargo, ya no; entonces disfrutemos, pasemos un buen tiempo y ganemos billones de almas antes de irnos.
Ahora bien, ¿de qué se trata esta risa en el Espíritu?
Lo acabamos de leer en Salmos. ¡El tiempo de Satanás se terminó y Dios se está riendo de él! El Señor está disfrutando este gran momento. Él se está riendo del diablo por todo el mundo. Se ríe de él en las iglesias, en las convenciones; incluso tiene predicadores que instruyen y enseñan por todas partes acerca de la risa.
El hecho más importante es que usted también puede reírse del diablo. ¡Él está derrotado y acabado!
En Hebreos 10:12-13, leemos que Jesús: «Habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies».
Observe que Jesús no se sentó para quedarse con los brazos cruzados. No, Él está allí esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Él se sentó; es decir, entro en el reposo de Dios.
“Por favor, ¿podría explicarme cómo es posible que Jesús derrote a Sus enemigos al permanecer sentado?”. Es simple: Él ya venció al enemigo. Es más, nos ha dado autoridad, a usted y a mí, con la comisión de ir por todo el mundo y predicar el evangelio; y así, recordarle la derrota a Su enemigo.
Por tanto, ríase del diablo; así como Dios y Jesús lo están haciendo. Pero hágalo esperando que los enemigos que están atacando sus finanzas, su cuerpo, su familia —o cualquier otra área— se conviertan en el estrado de sus pies.