fbpx

Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Usted está a Cargo

Kenneth Copeland
«[Dios ]le hiciste [al hombre] señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies.»
(Salmos 8:6)

Existe una frase que he oído incontables veces a través de los años, y cada vez que la escucho me gusta menos. Sin duda, usted también la ha escuchado, por lo general, se expresa —en extensos tonos religiosos— cuando las circunstancias son contrarias a lo que  Dios nos ha prometido en Su Palabra.

La frase es: “Bueno, hermano, usted debe recordar que… Dios es soberano”.

Aunque parece muy espiritual, en realidad me molesta, no porque yo no crea que el Señor es soberano, pues con toda certeza sí lo es. Según el diccionario de La Real Academia Española soberano significa: “Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Elevado, excelente y no superado”. No cabe duda que Él es todo eso.

Sin embargo, con frecuencia las personas que se refieren a la soberanía del Señor; en realidad están expresando: “Uno nunca sabe qué hará Dios, después de todo, Él es todopoderoso e independiente; el Señor hace cualquier cosa que desee cuando Él quiere”.

El problema que surge al tener ese punto de vista con respecto a la soberanía es que nos quita toda responsabilidad. Al fin y al cabo, si el Señor es soberano, Él hará lo que desee. Entonces, podríamos sentarnos a mirar un programa de televisión y olvidarnos del asunto, ¿verdad?

Esto es un error. Después de más de 41 años de estudiar la Palabra y de predicar el evangelio, me he dado cuenta de que Dios no puede hacer mucho en esta Tierra si no recibe ayuda de nadie.  Aunque este planeta le pertenece a Él (es Su creación y Él es el dueño).

En Salmos 8:6, leemos que Dios mismo le entregó el mando a la humanidad.  Él no interviene en los asuntos de la Tierra cuando así lo desea. Él respeta el dominio y la autoridad que nos ha otorgado. Por ese motivo, hasta que se venza el contrato de la humanidad en este planeta, el Señor limita Su poder en este mundo, y sólo obra cuando se le pide.

Por lo general, las personas que hacen las peticiones (los intercesores) son muy reservadas y oran en lo secreto; entonces algunas veces pareciera que Dios actúa por Su propia cuenta. Sin embargo, a pesar de las apariencias, la Biblia nos enseña, desde Génesis hasta Apocalipsis, que la conexión de Dios con el ser humano es a través de la oración y la fe. Cuando usted ve al Señor obrar de forma poderosa, puede tener la seguridad que alguien, en algún lugar, oró e intercedió para que Él interviniera.

Lectura bíblica: 2 Crónicas 10-11; Hebreos 2

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.