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Pregunta del día

marzo 15

¿Cómo puedo dejar de comer en exceso?

Antes que nada, quiero que comprenda que no estás sólo en este problema. Jesús conoce la presión que estás enfrentando, y desea ayudarte. En Hebreos 4:15, dice: «Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo él nunca pecó» (NTV).

El apóstol Pablo entendía muy bien la frustración que se siente al tratar de controlar la carne. En Romanos 7:22-23, él dijo: «Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí» (NTV).

Quizá parezca que este versículo no nos da esperanza alguna. Sin embargo, no es así. ¡Pues Pablo encontró la respuesta a su dilema! Veamos Romanos 8:1-2: «Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte» (NTV).

Con la ayuda de Dios, puedes ser libre de la adicción de comer en exceso, ¡y vivir conforme al Espíritu y no conforme a tus deseos carnales!

Recuerda, un cristiano es un espíritu nacido de nuevo que tiene alma (mente, voluntad, y emociones) y vive dentro de un cuerpo. Nuestro espíritu humano siempre es fuerte. No obstante, el problema comienza cuando dejamos que en nuestra mente (alma) existan pensamientos malos y cuando nos damos el lujo de permanecer en situaciones que nos comprometen con la carne. Pues es así como los deseos carnales le abren camino al pecado.

Por esa razón, 2 Timoteo 2:22 nos da el siguiente consejo: «Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro» (NTV). Presta atención a lo que la Biblia nos aconseja: «…huye de…», o escápate de las cosas que sólo nos sirven de tentación. Un gran paso para vivir en victoria es, siempre que sea posible, permanecer alejado de situaciones, lugares, y personas que te incitan a comer en exceso.

Desarrolla tu apetito por la Palabra de Dios. Pues mientras mas apartes tiempo todos los días para llenar tu mente de ella, verás que tu mente estará siendo lavada por la Palabra de Dios para que esos pensamientos y ansias de comer en exceso sean más fáciles de resistir. Recuerda siempre que la gracia de Dios está a tu disposición para ayudarte.

Y si fallas, no te alejes de Dios; al contrario, acércate a Él. Puedes arrepentirte al decir la siguiente oración de corazón: Padre, he pecado contra Ti; y ahora tomo la decisión de alejarme de ese pecado, y dejarlo atrás. Recibo el lavamiento de todos mis pecados por medio de la sangre de Jesús. Recibo Tu poder para vivir una vida santa ahora; en el nombre de Jesús, ¡amén!