Cuando tomamos decisiones acerca de las relaciones de negocios que afectarán nuestro futuro y a nuestra familia, será mejor que entablemos relaciones con personas que comparten la misma fe y los mismos valores; y que han mantenido una reputación de alta integridad y servicio.
Pablo nos muestra en 2 Corintios 6:14: «No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas?». En una asociación de negocios, el común acuerdo en decisiones a largo y a corto plazo, es la clave para avanzar y lograr la asociación que Dios desea que tengas.
Mientras consideras establecer una asociación de negocios, pregúntale a Dios por tu decisión y asegúrate de unirte con las personas que Él ha planeado para ti. Y sé diligente para analizar a las personas para asegurarte de que sabes todo lo que necesitas conocer acerca de ellas. Sobre todo, sé diligente en cumplir tu parte de la asociación ¡con tus acciones y con tu actitud!
Fuente: Busca tu revista de diciembre de 2010 de La Voz de Victoria del Creyente, y lee el artículo de John Copeland: El negocio de perdonar para obtener un mejor entendimiento para hacer negocios