Ciertamente, ninguno de nosotros puede terminar un día sin interactuar con una persona no cristiana.
No obstante, cuando tenemos que tomar decisiones acerca de trabajo por contrato o de otra clase de negocios donde nuestra calidad de vida será afectada, será mejor que entablamos relación con personas y compañías de buena reputación y alta integridad.
Permite que Dios te guíe. Sí en todo lo que hacemos en la vida, buscamos la dirección del Señor, y le permitimos que nos muestre Su plan para nosotros; felices y sorprendidos podremos ver el resultado.
Por tanto, pregúntale al Señor qué debes hacer con tus decisiones de negocios. Y sé diligente en analizar a las personas y a las compañías; y en cumplir tu parte en tomar buenas decisiones.
Fuente: Busca tu revista de diciembre de 2010 de La Voz de Victoria del Creyente, y lee el artículo de John Copeland: El negocio de perdonar para obtener un mejor entendimiento para hacer negocios.