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Pregunta del día

mayo 16

Leo la Biblia todos los días, pero ¿qué puedo hacer para que la Palabra produzca resultados para mi sanidad, mi liberación o mis problemas financieros; que escucho hablar de otros cristianos?

 

La respuesta a esa interrogante la encuentras en Santiago 1:22-25:

«Pero pongan en práctica la palabra, y no se limiten sólo a oírla, pues se estarán engañando ustedes mismos. El que oye la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira a sí mismo en un espejo: se ve a sí mismo, pero en cuanto se va, se olvida de cómo es. En cambio, el que fija la mirada en la ley perfecta, que es la ley de la libertad, y no se aparta de ella ni se contenta sólo con oírla y olvidarla, sino que la práctica, será dichoso en todo lo que haga».

De acuerdo con esos versículos, si quieres que tus lecturas sean bendecidas, y ver resultados sobrenaturales en tu vida; tendrás que hacer algo más que solamente leer la Palabra de Dios. Tendrás que ponerla en práctica.

Hice eso hace muchos años. Al darme cuenta que Dios tenía la respuesta a todos mis problemas, y era el único que podría saciar todas mis necesidades; me comprometí en llevar a cabo todo lo que Su Palabra me pidiera. Y tomé la decisión de calidad, de permanecer en fe en cualquier mandamiento que leyera.

No siempre era algo fácil de hacer. (De hecho, las cosas que parecían fáciles de hacer, eran las más difíciles). Sin embargo, cuando lo hacía siempre terminaba recibiendo bendición.

Por ejemplo, cuando me enteré de que la Palabra de Dios me instruye a diezmar, Gloria y yo estábamos tratando de estirar lo más posible el poco dinero que teníamos. Estábamos muy endeudados. Y no podíamos diezmar el 10 por ciento. Sin embargo, lo hicimos de todas formas, y en poco tiempo comenzamos a ver milagros financieros en nuestra vida.

Quizá tu digas: “Estoy seguro que a ustedes les funcionó, pero ¿funcionará de la misma forma para mí?”.

¡Por supuesto que sí!

¡Así que continúa estudiando la Biblia! ¡Escucha mensajes de enseñanzas pregrabadas! ¡Asiste a la iglesia y escucha la predicación de la Palabra! Pero no te conformes con escuchar la Palabra, ponla en práctica también.

Dios le dijo a Josué, en Josué 1:8: No permitas que se aparte la Palabra de tu boca; medita en ella de día y de noche para que puedas HACER todo lo que en ella está escrito. Luego, Dios prosperará tu camino y tendrás un buen éxito.