El abuso del alcohol jamás ha sido aprobado en la Palabra. En la Biblia habla mucho acerca de los peligros del alcohol y de los problemas que les esperan a aquellos que se convierten en adictos. El abuso del alcohol trae desilusión, enfermedad y muerte, destruye matrimonios y otras relaciones.
En Efesio 5:18, se nos instruye: «No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu».
Pero, ¿qué sucede si bebes alcohol sin abusar? Otra preocupación que se encuentra en la Biblia, es el impacto indirecto de tu influencia en la vida de los demás. Aunque uno jamás abuse del alcohol, puede causar que un creyente se deje llevar y caiga víctima de la adicción. El apóstol Pablo le dijo a la iglesia: «Así que, si ustedes comen o beben, o hacen alguna otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10:31). Como creyentes, tenemos una responsabilidad: dar a conocer que actuamos conforme al corazón de Dios y vivir de manera santa.
Al final, la decisión de abstenerse o no de las bebidas alcohólicas, debe tomarse de manera personal con la dirección de Dios. En KCM creemos que es sabio que un creyente se abstenga por completo de las bebidas alcohólicas.