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Pregunta del día

diciembre 12

¿Cómo puedo recargar mi espíritu?

Constantemente debemos cargar nuestro interior con el Espíritu Santo, a fin de cumplir la voluntad de Dios en la Tierra. Experimentar la victoria en la vida cristiana, les corresponde a aquellos que descubren que volver a ser llenos del Espíritu Santo no es un acto de una sola vez, sino una necesidad constante.

En Efesios 5:17-21, dice: «No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo».

Hay algo más profundo en la frase “llénense del Espíritu” del que podemos ver. Esta frase puede ser más exacta si se traduce del griego original como: “debes permanecer lleno con el Espíritu”. En otras palabras: “Continúen llenándose a sí mismos del “Espíritu de Dios”.

En Hechos 4, Pedro y Juan fueron arrestados y advertidos por el sanedrín de no predicar en el nombre de Jesús. Cuando los creyentes escucharon esa noticia, clamaron a Dios y dijeron: «Ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a estos siervos tuyos proclamar tu palabra sin ningún temor. Extiende también tu mano, y permite que se hagan sanidades y señales y prodigios en el nombre de tu santo Hijo Jesús». Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban congregados se sacudió, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la Palabra de Dios sin ningún temor» (Hechos 4:29-31).

Ahora bien, la mayoría si no es que todos los creyentes, ya habían recibido el bautismo en el Espíritu Santo en el Día de Pentecostés. ¿Estaban ellos pidiendo ser bautizados? No, pero sí sabían que necesitaban la ayuda del Señor, y Él suplió su necesidad ¡con una fresca llenura y revestimiento de poder del Espíritu Santo!

Cuando te sientas vacío o necesitado de más llenura del espíritu, sigue el ejemplo de los creyentes de Hechos 4, y simplemente clama a Dios por Su revestimiento de poder: Señor, necesitamos Tu ayuda. Llénanos de nuevo con Tu Espíritu Santo para que podamos declarar Tu Palabra con valentía. Si le pides a Dios Su ayuda, puedes estar seguro de que Él derramará sobre ti Su Espíritu y ¡suplirá ricamente tus necesidades (Hechos 2:17-21, Filipenses 4:19)!