La ansiedad social afecta a más de 40 millones de americanos. De hecho, la Anxiety and Depression Association of America (La Asociacion de Ansiendad y depresión de America) manifiesta que la ansiedad es la enfermedad mental número uno que afecta a los adultos americanos¹. Ahora bien, ¿cuál es la raíz de esta enfermedad? Es el temor. Es una enfermedad debilitante, sin embargo, puedes vencerla.
Comienza leyendo escrituras que contradigan lo que el temor te dice. Debes actuar con agresividad para echarlo fuera, y apoderarte de las promesas de protección que Dios te ha dado. Pues tal y como Jesús lo dijo en Mateo 11:12, sólo: «…los violentos lo arrebatan».
Éstos son algunos versículos bíblicos con los que puedes comenzar: Salmos 91, Isaías 40:29-31, 1 Pedro 5:6-11, Jeremías 29:11, y Filipenses 4:6-7. Léelos todos los días, imprímelos y colócalos en donde puedas verlos varias veces durante el día. Y deja que la Palabra de Dios te transforme.
Jesús enseñó que cuando dos o tres creyentes ser unen en Su nombre, Él estará en medio de ellos (Mateo 18:20). ¡Y Él es el gran Médico! Así que busca dos o tres verdaderos creyentes llenos de fe, para que juntos permanezcan firmes con mutuo acuerdo para pedir por tu sanidad. Si en dado caso no tienes ese tipo de amigos creyentes en tu vida, entonces llama a la línea de oración de KCM las 24 horas del día: 1-817-852-6000.
El deseo de Dios es que estés saludable –en tu espíritu, en tu mente, y en tu cuerpo−. Y por medio de Jesús, Él te ha provisto una forma para recibir tu completa sanidad. Jesús murió para que puedas recibir tu completa sanidad. (Isaías 53:5) No permitas que Sus promesas se alejen de ti. No importa cuánto tiempo tome, continúa insistiendo por tu sanidad. En Juan 10:10 leemos: «El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».
La ansiedad social, así como el temor, son mortales. Ya que le abren la puerta al diablo. Y cuando permites que la ansiedad entre a tu vida, le estas diciendo al diablo: “¡Pasa adelante!”. Pero en lugar de hacer eso, rechaza toda obra de Satanás. Cuando los sentimientos de ansiedad o de enfermedad traten de hacerse presentes, diles: “Por las llagas de Jesús soy sano. Tengo la mente de Cristo. ¡Alabado sea Dios!”.
Dios desea que prosperes como prospera tu alma. Él quiere sanarte de la ansiedad social. No te des por vencido, ni dejes de luchar hasta que obtengas tu sanidad.
1 Fuente: http://www.adaa.org/about-adaa/press-room/facts-statistics