El término “Apócrifo” se utiliza para señalar una colección de escritos judíos, los cuales fueron redactados entre los años 250 AC y a principios del siglo cristiano. Los libros apócrifos han llegado a ser considerados como una escritura inspirada en la teología de la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, el punto de vista histórico de los Protestantes y los Judíos, no le atribuyen ninguna inspiración.
A medida que los Protestantes estudian el Apócrifo para ver la luz que puede darle a la vida, y el pensamiento del Judaísmo pre-Cristiano; ellos lo rechazan como una escritura inspirada por la siguiente razón: Los libros Apócrifos no eran parte del Antiguo Testamento de Jesús y de la iglesia primitiva.
El Antiguo Testamento está dividido en tres: La ley, los Profetas, y los Escritos (los cuales aún se usan en las Biblias hebreas y en la versión judía del Antiguo Testamento) no incluyen los libros Apócrifos, y nunca han estado en ellos. Mientras el Apócrifo fue conocido por Dios y por Sus discípulos, ellos nunca lo mencionaron como una Escritura autoritativa.