Ayer pedí oración por mi esposo. Le habían diagnosticado esa misma mañana hepatitis B basado en los exámenes de sangre que le habían hecho una semana atrás. Después de pedir oración por él y orar durante el día, llamaron de la oficina del doctor. Habían tomado una segunda muestra de sangre mientras visitaba la oficina para otro examen. ¡Los resultados indicaban que su sangre era normal y no habían rastros de la hepatitis! ¡Ese es un Dios maravilloso!