Mi hija Zoe de un año se machucó el dedo meñique hace dos meses con una puerta. Lucía muy mal. Cuando llegó la ambulancia, pensé que había perdido esa uña. En el hospital nos lo confirmaron, y adicionalmente nos informaron que el dedo estaba fracturado. Dos enfermeras nos dijeron que era probable que la uña no volviera a crecer. Yo dije: “No, yo creo en Dios”. El doctor dijo que probablemente podía salvar su uña con una operación; sin embargo, después de descubrir la fractura, decidió no proceder y nos refirió a un traumatólogo, quién nos informó que necesitaba hacer una cirugía para remover la uña en su totalidad y suturar la zona de crecimiento; sin embargo, otro doctor nos sugirió no hacer nada y que la uña crecería de nuevo y que regeneraría la zona de crecimiento por sí sola. ¡Éso era algo con lo que podía ponerme de acuerdo! Mi amiga y yo nos pusimos de acuerdo para creer que no habría deformación alguna, ya que el doctor dijo que no podía asegurarnos nada al respecto. ¡Gloria y alabaza al Padre! ¡La uña nueva ya ha crecido más de la mitad… y luce hermosa!
Una uña nueva, sin cirugía
|Greenwood, South Carolina