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Finanzas

¿Debo diezmar?

Diezmar es la piedra principal de la verdadera prosperidad bíblica. La bendición financiera de Dios está reservada sólo para los diezmadores. La persona que no diezma, se descalifica para recibir las abundantes bendiciones que Dios tiene para su vida. Dios mismo declaró en Malaquías 3:8: «¿Habrá quien pueda robarle a Dios? ¡Pues ustedes me han robado! Y sin embargo, dicen: “¿Cómo está eso de que te hemos robado?” ¡Pues me han robado en sus diezmos y ofrendas!».

De acuerdo con la Palabra, el primer diez por ciento de nuestros ingresos no nos pertenece a nosotros, sino a Dios. Él es el dueño de ese diez por ciento. Y cuando usamos ese dinero para nosotros, se lo estamos robando. El diezmo no es sólo un tema que tenga que ver con nuestro bolsillo. Éste es un tema del corazón. Pues en lo que a Dios concierne, así debe ser. Él siempre ve el corazón. Cuando nos encontremos sufriendo debido a la falta de finanzas, y fallemos al no disfrutar la abundancia sobrenatural que Dios prometió, debemos verificar nuestra actitud —¡rápido!—. Debemos asegurarnos de darle a Dios lo mejor que tenemos (no de lo que nos sobra) y honrarlo con nuestro corazón.

El diezmo es el que activa LA BENDICIÓN de Dios en nuestras finanzas. Lee Malaquías 3:10-12. Dios prometió que cuando diezmas, Él reprenderá al diablo y lo obligará a quitar sus manos de tus finanzas. Y cuando el Señor reprende al diablo, ¡él permanece alejado! No empieces a usar tu fe y a diezmar hasta que te encuentres contra la pared. Aprende a poner en práctica lo que Biblia te enseña ahora mismo, para que cuando Satanás intente ponerte contra la pared, tú puedas sonreír y no preocuparte al respecto; pues sabrás que ya lo venciste.