¡Eres heredero de LA BENDICIÓN! Lee Deuteronomio 28:1-14, coloca tu nombre en esos versículos, y declara sobre tu vida las abundantes bendiciones que te pertenecen a través de Cristo (Gálatas 3:13-14).

“Padre, te agradezco por darme prosperidad en cada área de mi vida. Me comprometo a escuchar Tu voz y a excavar en Tu Palabra. No importa cómo se vean las cosas ahora, ¡creo que tengo más que suficiente! En el nombre de Jesús. Amén.

“Padre, te agradezco porque ¡soy heredero de LA BENDICIÓN! Y en este día, escojo la vida. Escojo ser un conducto para lo que quieres hacer en este mundo. Gracias por Tu Palabra y por las abundantes bendiciones que me pertenecen. En el nombre de Jesús. Amén.

Padre, de acuerdo con Tu Palabra, permanezco en una fe inquebrantable basada en Tu Palabra, y estoy listo para recibir de Ti. Soy un diezmador y un dador. Y te doy gracias por proveerme en abundancia, pues siempre me das más de lo que pueda pedirte y pensar. Gracias por suplir todas mis necesidades conforme a Tus riquezas en gloria en Cristo Jesús, y por multiplicar mi semilla para que pueda dar en toda buena obra. ¡En el nombre de Jesús! Amén.

Padre, Tu Palabra dice que Él es quien da semilla al que siembra, y pan al que come, multiplica mi semilla, e incrementa los frutos de mi justicia. Por tanto, estoy lleno en todo a plenitud, lo cual hace que esté agradecido con Dios. Señor, te agradezco por eso. Y permanezco firme en Marcos 4:23, que dice: «Si alguno tiene oídos para oír, que oiga». Así que, en este momento tomo la decisión de recibir. Lo recibiré. Haré todo lo necesario. Sembraré —estoy sembrando ahora—. Pongo la hoz en la cosecha. Mi confesión está en la Palabra. Mi confesión es por fe. En el nombre de Jesús, recibo ahora por fe la cosecha del ciento por uno que está en mi mano. Hago esto en obediencia a la Palabra. Y te reprendo Satanás en el nombre de Jesús, pues eres un acosador. ¡Quita tus manos de mi dinero! Éste no es tu semilla, ni está en tu tierra. Es mío y de Dios. ¡Mantente fuera de mi huerto! Mantente alejado de mi granja, ¡pues la cosecha me pertenece! Señor Jesús, siembro esta semilla en ________ (ministerio o iglesia) y creo por la cosecha, pues Tú lo has declarado. La dedico para Tu servicio y para Tus asuntos en el nombre de Jesús. Esta semilla será como los panes y los peces que multiplicaste, cuando enseñaste acerca del principio del ciento por uno para alimentar a las personas”. ¡Amén!”.

Referencias bíblicas: 2 Corintios 9:10-11, Marcos 4, 6:34-44, 10:29-30.