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Sanidad

Qué hacer cuando un cristiano recién nacido de nuevo necesita sanidad

Cuando Kenneth y yo comenzamos a arreglar las cosas en nuestra vida hace 45 años, teníamos más problemas que las ideas que se nos ocurrían para resolverlos, sin embargo, nacimos de nuevo y fuimos llenos del Espíritu. Después, empezamos a escuchar la Palabra de Dios y a actuar de acuerdo con ella —y la Palabra ¡cambió todo en nuestra vida para bien!—. Si eres un cristiano recién convertido, no debes esperar hasta conocer la Palabra de Dios de pasta a pasta para recibir tu sanidad. Puedes recibir tu sanidad ahora, al activar un importante principio espiritual

Recibe tu sanidad por caminar en amor

Romanos 13:10, dice «Así que el amor es el cumplimiento de la ley». Como cristiano, amar es tu ley. Si estás caminando en amor, puedes estar seguro de que estas caminando alineado con la Palabra de Dios. Luego, comienza a afinar con detalle tu conducta y tu vida de amor. Obedece a la Palabra de Dios en todo. Sé pronto para obedecer y hacer cambios.

Justo antes de que Jesús fuera a la Cruz, lo dijo de esta manera: «Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado» (Juan 13:34).

Por supuesto, que debes nacer de nuevo para obedecer ese mandamiento. Si fuera la misma antigua y pecadora criatura que solías ser, continuarías haciendo las mismas antiguas cosas y obteniendo los mismos antiguos resultados. Pero alabado sea Dios, ¡ése no es tu caso! Porque Jesús ahora está en tu vida, has sido hecho la justicia de Dios. Eres partícipe de Su naturaleza divina. ¡Tienes la habilidad de obedecer Su Palabra!

Si lo haces, si guardas Sus mandamientos, Jesús dijo que se manifestará en tu vida y podrás verlo (Juan 14:21). Eso quiere decir que Él aparecerá y hará el bien en ti. Te bendecirá y sanará tu cuerpo.

Actuar conforme a la Palabra de Dios, vivir en obediencia al mandamiento del amor lo es todo, cuando se trata de vivir libre, sano y en prosperidad. No estoy diciendo que tengas que ser perfecto. Todos tropiezan de vez en cuando. Y cuando te pase, solamente corre hacia Dios, arrepiéntete y recibe Su perdón. Después endereza tu senda y vuelve al camino, y continúa viviendo en la luz del amor.